Isla robotizada

Isla robotizada

Hoy en día estamos habituados a ver imágenes de robots realizando operaciones de soldadura, ensamblado, paletizado, encolado… sobre productos muy diferentes a lo largo de su proceso productivo. La característica principal de una isla robotizada es la flexibilidad que ofrecen los robots que forman parte de ella. Esta cualidad permite a la instalación adaptarse a los cambios en la características del producto a tratar a lo largo de su ciclo de vida, así como adaptarse rápidamente a nuevas referencias. Generalmente aúna varias etapas del proceso de fabricación permitiendo aumentar la cadencia de fabricación.

Una isla robotizada se compone por un lado, de uno o varios robots con sus respectivas garras y por otro de los elementos auxiliares que se encargan de desplazar o realizar los movimientos de material ya sean lineales o rotativos. El diseño de las garras es un punto clave para el correcto funcionamiento de la instalación ya que serán el punto de interacción de los robots con los productos.